Y para iniciar...
Entre las primeras actividades que efectuaron los humanos, se
encuentra la recolección y la cacería. Todos los maestros de primaria, historia
y cualquier ciencia social se aseguraron de que muy pronto comprendiéramos que
así empezaron los humanos, por supuesto también se explicaron las diferencias
entre los muy errantes busca-comida hasta los comodinos sedentarios, siendo
ambas manifestaciones de los humanos eminentemente prácticas, necesarias y adecuadas a su
realidad.
Resulta interesante que ambas prácticas: cacería y recolección, permanecieron sin grandes cambios entre los humanos por bastante siglos, sin
embargo debido a cierta conjunción de eventos y circunstancias que en lo personal no han quedad muy claras, mientras una
se volvió valorada, sofisticada y casi una actividad exclusiva de la nobleza
(en sentido de alcurnia y de ninguna manera de valor) la cacería,
la otra se convirtió en una actividad menial, mecánica y a veces ingrata para
con quienes la practicaban, la recolección.
La verdad es que cada una de estas actividades requiere su
buena dosis de técnica, conocimientos, y perfeccionamiento en la ejecución,
pero para llegar a todo esto se requiere de enseñanza, aprendizaje, y mucha, mucha
práctica.
Hoy en día se puede cazar y recolectar de todo en la red, información,
imágenes, noticias, música, videos, ideas… mientras se cuente con una computadora
o medio electrónico capaz de navegar, una conexión a la red medianamente
decente, una idea moderada de qué se busca, conocimientos para manejar los
programas adecuados, y lo mejor de todo, tiempo y mucha paciencia, se puede
cazar y recolectar….ah claro está, siempre y cuando se cuente con un buen
espacio donde colocar todo lo cazado y recolectado, claro está, mientras más capacidad
tenga mejor, de ahí que nuestros idilios con las memorias USB, discos duros
externos o las nubes, sean tan apasionados, digo, ¿quién quiere perder todo lo
que ha cazado y recolectado? Muchos hemos conocido a alguien que haya pasado
por tan espeluznante situación o la hemos sufrido y hemos derramado lágrimas
cargadas de estática ante la pérdida de tantas horas, datos y electricidad
acumulada, de ahí que los cuidemos y atesoremos pues solamente cada uno de nosotros
conoce su verdadero valor.
Existen muchos tipos de cacerías, físicas, sangrientas,
silenciosas, mortíferas en general. En el caso de este Blog, los tipos de cacerías
que se llevarán a cabo son de tipo intelectual, definitivamente virtual, y una
que otra persecución muy física llevada a cabo en los atestados pasillos de
alguna biblioteca, o en alguna tertulia de café compartida con cazadores y recolectores más experimentados en dichas artes.
Bienvenidos y ojalá disfruten lo que aquí van a encontrar.
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